CONSIDERACIONES
CLÍNICAS
Se trata de una persona
que no ha presentado antecedentes psicológicos ni psiquiátricos hasta el
momento del informe.
La situación conflictiva
en la familia se inicia a raíz de que el padre se entera que su hija se
ha quedado embarazada de su novio, con el que rompe a los 5 meses de
embarazo. Tras la ruptura se entera que el novio no se responsabilizará
del hijo. El informado refiere:
Me sentó malamente,
pero qué iba a hacer, ... aguantar. Yo decía >hay que criar a la niña y
se acabó<. Yo la veía llorar, pero le decía que ibamos a salir p’alante
Él decía que le iba a
quitar la niña. Yo decía que no, que la ibamos a sacar adelante.
Hay una nueva situación
de tensión, cuando en el momento del parto, tiene que llamar a los
celadores para que se fuera el novio de la habitación.
Otro día encuentra al
novio en el edificio donde viven intentando ver a la niña:
Le dije que no
viniera que ya que había abandonado a esa hija, que la dejara en paz.
Me dijo que era su
hija y que se la iba a quitar, .. a mi nieta
Se entera por los
vecinos que hablaba de que le iba a quitar a la hija, la nieta porque no
podían cuidarla.
Yo si me entero que
dicen por fuera que le quieren quitar a la niña.
Mi hija se preocupaba
y le decía que no se la iban a quitar, ... que no se la llevaban
A raíz de este
acontecimiento, hay un miedo permanente a que le quiten a su nieta, lo
que genera una serie de cambios en el informado que difícilmente se
podrán olvidar, siente que ha cambiado a partir de entonces su vida.
Hay sueños, pesadillas y pensamientos obsesivos entorno a la idea de que
puedan dañar a su hija y sobre todo a su nieta; el informado se siente
en la responsabilidad de vigilar por la integridad de las dos, de que
nada les ocurra.
El día que ocurren los
hechos el informado nos refiere que recibió una llamada de teléfono del
hermano del ex novio de su hija; que escuchó como su hija discutía por
teléfono con miembros de esta familia. Que posteriormente esta persona
se presentó en el domicilio familiar, intentando provocar un altercado.
El paciente refiere:
En el balcón lo veo
que está empujando a mi hija... y digo voy a perder a la pequeña, voy a
perder a mi nieta. Digo le va a dar un porrazo y pensaba voy a perder a
mi nieta.... Pensaba va a matar a mi niña... salí loco perdido... salí a
defender a mis hijas...
Cogí el primer
cuchillo que estaba allí, el que estaba encima de la cocina... Voy con
la idea de que lo voy a espantar... Bajo y digo >ya está bien las cosas,
ya está bien...< En eso no sé ni cómo, ni que hace... salí como loco,
perdí los papeles por completo... Lo juro ante Dios, no quería hacerle
daño... pero perdí los papeles...
Lo que yo iba era a
defender a mis hijas... si este chaval no va, no pasa nada.. El hermano
le decía que le iba a quitar a la niña... lo había dicho muchas veces
antes...
Por lo tanto, tal como
se deduce del relato del informado, ha habido una serie de
acontecimientos previos a los hechos que han ido generando un estado
emocional determinado en el informado, un constante temor a que su hija
y sobre todo su nieta sufran algún tipo de daño por el ex novio o por el
hermano de éste. Este temor desencadena previamente en el informado un
estado de hipervigilancia, ya que como padre y abuelo, ante la ausencia
de otra figura, se sentía en la obligación de proteger a ambas.
En el día de los hechos,
al presenciar el altercado con su hija, que sostiene en brazos a su
nieta, el temor a que ambas resulten dañadas desencadena un estado
emocional brusco e intenso de ofuscación, que altera en gran medida la
conciencia y el control sobre su propia conducta y que le conducen
finalmente al arrebato agresivo. (Emocion Violenta, para Bolivia).
Por lo tanto el
altercado ocasionado actuaría como estímulo exógeno de suficiente
intensidad como para generar en el sujeto un estado anímico fuera de su
normalidad. Esta alteración de su estado de ánimo es lo suficientemente
intensa como para al menos perturbar ostensiblemente la capacidad de
libre autodeterminación del informado, provocando un súbito
arrebato.